Porque nunca dejamos de aprender

Los docentes nunca dejamos de aprender ni prepararnos, por eso es importante estudiar día con día los procedimientos para mejorar las experiencias de aprendizaje de los alumnos

Enseñar es una vocación

Además de ser una profesión, la docencia es una vocación que requiere de la mejor disposición de los profesores para educar.

Educando a jóvenes, haciendo profesionistas

La educación de calidad contribuye a que más jóvenes sean profesionistas exitosos, debemos esforzarnos día con día para lograr nuestras metas.

Enseñando los buenos valores

La educación no es sólo la transmisión de conocimientos teóricos, también debemos enseñar buenos valores que formen seres alumnos con una gran calidad humana

Colaborando todos crecemos

Compartir nuestro conocimiento y aprendizajes ayudará a otros docentes a mejorar su nivel de enseñanza

jueves, 27 de octubre de 2016

Baño de asiento

El propósito de esta actividad es retirar el exceso de materia fecal u orina que puede producir en el niño(a) irritación de piel o infección, además de favorecer con su práctica la formación de hábitos higiénicos y brindarle la oportunidad de disfrutar un momento de estimulación donde puede mover libremente sus piernas. Adicionalmente, permite establecer lazos afectivos entre la Asistente educativa y el niño(a), además de cuidar su higiene y salud.

A continuación mostraremos los pasos correctos para el baño de asiento, en ambos casos utilizaremos los siguientes materiales: Gasas, sábanas limpias (de 2 a 3), cambio de ropa, jabón líquido hipoalergénico, colchoneta, agua. En los niños más grandes utilizaremos un tapete de hule para colocarlo en la superficie.




Niños de 43 días a 18 meses:

  1. Verifica que el lugar donde vistas o desvistas al niño(a) se encuentre acondicionado y limpio.
  2. Acomoda a tu alcance el material y la ropa necesaria para vestir al niño(a) después del baño de asiento.
  3. Coloca una sábana en la colchoneta del baño de artesa.
  4. Si el baño de artesa que existe en tu guardería está hecho con algún tipo de azulejo en su base o de acero inoxidable, es necesario que acomodes una sábana para evitar que el niño(a) resbale o un posible enfriamiento.
  5. Siempre verifica la temperatura del agua con el dorso de tu mano para evitar accidentes. 
  6. Traslada al niño(a) a la colchoneta del baño de artesa y desvístelo de la cintura hacia abajo. La ropa que se encuentra puesta de la cintura para arriba debes subirla para evitar mojarla durante la actividad. 
  7. Coloca al niño(a) boca abajo, debiendo quedar su abdomen en tu antebrazo, y apoyando éste en la orilla del a tina del baño; de esta manera sólo quedará la mitad del cuerpo del niño(a) dentro de la tina del baño de artesa. 
  8. Retira con agua la materia fecal u orina y limpia con cuidado el ano. 
  9. Voltea a l niño(a) boca arriba y lava especialmente las partes del cuerpo que tienen más pliegues, como son las ingles. 
  10. Utiliza gasa con jabón para frotarlo suavemente y enjuaga, no dejes rastros de jabón en ninguna zona. Permite al niño(a) disfrutar del baño, dejándolo que patalee unos minutos dentro del agua boca arriba, boca abajo o de ambas formas. 
  11. Envuélvelo al finalizar con una sábana limpia para evitar que se resfríe. 
  12. Sécalo muy bien con la sábana, prestando mayor atención a los pliegues para evitar que la humedad pueda agrietar su piel. 
  13. Vístelo sobre la colchoneta del baño de artesa


Para niños de 19 meses en adelante utilizaremos el mismo procedimiento, sólo que lo pondremos de pie sobre el tapete.




Bibliografía:
Procedimiento para la operación del servicio de pedagogía en guarderías de prestación indirecta, IMSS: Link al PDF (página 135, 136).



Uso de bacinica

Los niños(as) están acostumbrados a usar pañal, cambiar este hábito por el uso de la bacinica toma tiempo y paciencia, ya que algunos aprenderán a controlar esfínteres en pocos días, pero a otros les llevará varias semana; por lo cual necesita todo tu apoyo, cariño y paciencia. Trata de motivarlo, recordándole que use la bacinica leyéndole cuentos y halagándolo en todo momento.

Si motivamos a los niños correctamente, podrán usar la bacinica adecuadamente.
A continuación te mostraremos los pasos correctos para el uso de la bacinica:

  1. Traslada a los niños(as) de 19 a 30 meses de edad que lo requieran, al área de control de esfínteres, considerando un número de niños(as) adecuado, para que su estancia en esta área no represente riesgo. 
  2. Verifica que la bacinica esté limpia, seca y en buenas condiciones antes de usarla para evitar contagios, accidentes o malestar en el niño(a). 
  3. En todo momento háblale al niño(a) por su nombre, no utilices apodos, motes o sobrenombres. Coloca las bacinicas separadas una de otra para que los niños(as), no corran riesgo alguno.
  4. Levanta el vestido y baja el calzón si es niña o baja el pantalón y la trusa en el caso del niño(a), para aquellos niños(as) que aun requieran apoyo. 
  5. Sienta cómodamente al niño(a) en la bacinica por un lapso de cinco a siete minutos. 
  6. Es importante no prolongar este tiempo para evitar riesgos en los niños(as), por ejemplo el prolapso rectal (desprendimiento de recto). 
  7. Para evitar contaminación del área genital, asegúrate que las piernas del niño(a) queden semiabiertas, con el pene hacia adentro y las de la niña bien abiertas (como si estuviera montando un caballo) y sus pies firmemente apoyados en el piso.
  8. Mantenlo entretenido con la narración de cuentos o canciones relacionados con el tema.
  9. Al principio es poco probable que logre orinar o defecar en l a bacinica y tal vez lo haga hasta que se levante, es normal y lo debes invitar a que trate de hacerlo antes para que no se moje. 
  10. Felicita al niño(a) que sí lo logra y estimula a aquél que aún no lo puede realizar. 
  11. Si hay otro niño(a) que también quiere sentarse, permíteselo aunque ya haya orinado o aunque creas que no va a hacerlo. 
  12. Realiza la limpieza de las niñas desde la zona vaginal hacia l a zona anal (de adelante hacia atrás) y de los niños(as) verifica que no se encuentren residuos de orina o heces fecales en genitales. 
  13. Acomoda la ropa del niño o la niña, según corresponda. 

Esperamos este articulo te haya sido de utilidad, déjanos tus comentarios.



Bibliografía:
Procedimiento para la operación del servicio de pedagogía en guarderías de prestación indirecta, IMSS: Link al PDF (página 151).


Control de Esfínteres

La etapa conocida como “Control de esfínteres” en la que los niños(as) aprenden a orinar y defecar voluntariamente y en un lugar adecuado, es de suma importancia y gran impacto en el desarrollo de su personalidad

Aprender a controlar esfínteres no es fácil, requiere que el niño(a) se encuentre preparado física y emocionalmente, y que cuente con cierto grado de aprendizaje sobre este tema.
La relación que tenga con el entorno y con la persona que le brinda cuidados se vuelven especialmente importantes, sobre todo porque el niño(a) comunica diferentes cosas a través de sus conductas esfinterianas, ya que desarrolla y experimenta sentimientos de distintos tipos con relación al producto de sus evacuaciones.



Para que un niño(a) pueda avisar que quiere ir al baño necesita tener ciertos signos de madurez, es importante recordar que estos no se alcanzan de manera idéntica en todos los niños(as). La edad recomendada es alrededor de los 18 meses de edad.

Puede haber niños(as) que muestren interés y la capacidad de controlar desde antes de los 21 meses, pero ello depende de la madurez que presenten. Así, es muy importante la observación del personal hacia cada uno de ellos para estar en posibilidad de identificar a los niños(as) que presenten los signos antes mencionados y así iniciar la Fase Preparatoria-normal con las actividades pedagógicas inherentes a este proceso.

Existen 3 fases para lograr el control de esfinteres:

  1. Fase preparatoria, identificación de los niños(as) que iniciarán el entrenamiento. 
  2. Fase intensiva, inicio del entrenamiento, sólo con los niños(as) que han sido seleccionados.
  3. Fase de mantenimiento, realización de acciones de reforzamiento y seguimiento
Recomendaciones para empezar con el control de esfínteres:

Esté preparado
Asegúrese de tener tiempo para dedicarse al control de esfínteres de su niño. Elija un momento sin cambios importantes, por ejemplo, que no sea al mudarse a una casa nueva o ante el nacimiento de un nuevo hermano. Puede resultar más sencillo durante los meses más cálidos, dado que su niño usará menos ropa.
Prepare a su niño
Aliente a su niño a que le diga si necesita ir al baño. Enséñele las palabras adecuadas que debe usar. Vístalo con prendas que sean fáciles de quitar, por ejemplo, ropa con elásticos o abrojos Velcro en lugar de usar overoles con botones y cremalleras.

Instalación de la bacinilla
  • Asegúrese de que la bacinilla esté en una posición en que a su niño le resulte fácil subirse a ella. Asegúrese de que su niño tenga un buen apoyo en los pies.
  • Comienzo de la nueva rutina paso a paso
  • Muéstrele la bacinilla al niño. Explíquele la nueva rutina para ir al baño, con pasos simples:
  • En primer lugar, haga que su niño se siente en la bacinilla completamente vestido.
  • A continuación, aliéntelo a que se siente en la bacinilla después de quitarse el pañal mojado o sucio. Usted puede inclusive poner el pañal sucio en la bacinilla. Esto puede ayudar a que su niño entienda para qué sirve la bacinilla.
  • Uno o dos días después, lleve a su niño a la bacinilla varias veces al día.
  • Finalmente, comience la nueva rutina con su niño, estableciendo horarios específicos todos los días para ir a la bacinilla. Estos horarios podrían ser después de que su niño se levante, después de comer y antes de dormir la siesta o de acostarse.

Elogie los avances
Aliente a su niño a que le avise cuando necesita ir al baño. Felicítelo por avisarle, incluso si ocurre un accidente camino a la bacinilla. No lo castigue ni amenace con castigarlo. El aliento y el apoyo motivarán a su niño a seguir intentando y a dar el siguiente paso. Festeje los avances de su niño, por ejemplo, al pasar de los pañales a las braguitas de aprendizaje.
Calzoncitos de aprendizaje
Cuando su niño haya utilizado con éxito la bacinilla durante 1 ó 2 semanas, podrá comenzar a usar ropa interior de algodón o braguitas de aprendizaje.
Demuestre con el ejemplo
Permita que su hijo lo observe cuando va al baño. Siga los pasos usted mismo. Hágale saber que usted necesita ir al baño y permítale que lo acompañe. Él aprenderá observándolo.

Bibliografía:

  • Procedimiento para la operación del servicio de pedagogía en guarderías de prestación indirecta, IMSS: Link al PDF (página 137-143)
  • Sheila Jacobson, Sheila, El control de esfínteres, extraido de "About kids health": "http://www.aboutkidshealth.ca/En/HealthAZ/Multilingual/ES/Pages/Toilet-Training.aspx", 2010

Procedimiento para el cambio de pañal en niñas y niños


El cambio de pañal es el proceso más importante para el cuidado del bienestar de los bebés, pues si dejamos el pañal sucio mucho tiempo este puede crear infecciones, irritación, además de ser una molestia para el niño. Pero, ¿Cuál es el método correcto de hacerlo?
A continuación les mostraremos el método correcto para el cambio de pañal en niñas y niños. Ya que cada uno requiere un distinto tipo de cuidado.

En ambos casos necesitaremos de estos materiales: Papel higiénico o toallas húmedas sin alcohol. papel kraft o estraza, aceite mineral para bebé mezclado con agua. torundas o algodón laminado, pasta de lassar, abatelenguas
Cambio de pañal en niñas;
  1. Verifica que tengas el material completo y el mueble para cambio esté acondicionado con sábana limpia y papel kratf o estraza. 
  2. En todo momento mírala a los ojos y háblale por su nombre, no utilices apodos, motes o sobrenombres. 
  3. Acuesta a la niña sobre el mueble de cambio, asegúrate que su cuerpo no se encuentre fuera del perímetro del cambiador y retírale la ropa de la cintura hacia abajo.
  4. Retira el pañal desechable tratando de limpiar con éste las heces fecales y la orina al máximo, envuélvelo y deposítalo en el cesto de basura. 
  5. Si el pañal es de tela, utiliza papel higiénico para retirar las heces fecales a l máximo, y cuando concluyas con la técnica viértelas en el WC, 
  6. Guarda el pañal en la bolsa de plástico correspondiente para ser entregado al asegurado usuario o persona autorizada.
  7. Al iniciar la limpieza sujeta a la niña por los tobillos, levanta con cuidado las piernas para asear con toallas húmedas los glúteos sin olvidar los muslos por detrás.
  8. Realiza la limpieza de los genitales desde la zona vaginal hacia la zona anal (de adelante hacia atrás). *Esto evita la entrada de gérmenes del ano a la vagina ya que se pueden provocar infecciones. *Evita friccionar fuertemente los labios, así como su interior; ya que esto ocasionaría inflamación o irritación 
  9. Limpia el abdomen y todos los pliegues de los muslos. 
  10. En caso de que la piel de la niña se encuentre rozada, al limpiarla utiliza torundas mojadas o algodón laminado con aceite mineral para bebé mezclado con agua y aplica con el abatelenguas pasta de lassar. 
  11. De ser necesario, deja airear un momento la piel. 
  12. Abre el pañal limpio, levanta a la niña por las piernas, extiéndelo bien y deslízalo por debajo de su cuerpo a la altura de la cintura. 
  13. Separa sus piernas y pasa entre ellas la parte delantera del pañal, ajústalo manteniendo el borde tenso. 
  14. Vístela nuevamente, si es necesario, utiliza uno de los cambios de ropa de la maleta, el cambio que estás retirando guárdalo en la bolsa de plástico para no contaminar la ropa limpia.

Cambio de pañal en niños:
  1. Verifica que tengas el material completo y el mueble para cambio esté acondicionado con sábana limpia y papel kraft o estraza. 
  2. En todo momento mírale a los ojos y háblale por su nombre, no utilices apodos, motes o sobrenombres. 
  3. Acuesta al niño sobre el mueble de cambio, asegúrate que su cuerpo no se encuentre fuera del perímetro del cambiador y retírale la ropa de la cintura hacia abajo. 
  4. Retira el pañal desechable tratando de limpiar con éste las heces fecales y la orina al máximo, envuélvelo y deposítalo en el cesto de basura. 
  5. Si el pañal es de tela, utiliza papel higiénico para retirar las heces fecales al máximo, y cuando concluyas con la técnica deséchalas en el WC, guarda el pañal en la bolsa de plástico correspondiente para ser entregado a l asegurado usuario o persona autorizada. 
  6. Al iniciar la limpieza sujeta a l niño por los tobillos, levanta con cuidado las piernas para asear con toallas húmedas el abdomen, por debajo de los testículos, glúteos y los muslos por detrás, ya que la orina del varón se esparse por todas partes. 
  7. En caso de que la piel del niño se encuentre rozada, a l limpiarla utiliza torundas mojadas o algodón laminado con aceite mineral para bebé mezclado con agua y aplica con el abatelenguas pasta de lassar. 
  8. De ser necesario, deja airear un momento la piel. Abre el pañal limpio, levanta al niño por las piernas, extiéndelo bien y deslízalo por debajo de su cuerpo a la altura de la cintura. Separa sus piernas y pasa entre ellas la parte delantera del pañal, ajústalo manteniendo el borde tenso.
  9. Vístelo nuevamente, si es necesario, utiliza uno de los cambios de ropa de la maleta, el cambio que estás retirando guárdalo en la bolsa de plástico para no contaminar la ropa limpia. 
Esperamos que esta información te haya sido útil, recuerda que lo más importante es mantener una buena actitud a la hora de realizar esta actividad, pues de otro modo dañaremos la autoestima del niño.

Bibliografía:
Procedimiento para la operación del servicio de pedagogía en guarderías de prestación indirecta, IMSS: Link al PDF (página 133. 134)

Salud bucal

Existe la creencia que no es tan importante cuidar a los dientes temporales ya que seran sustituidos por los dientes permanentes, sin embargo, este es un mito que ha arruinado muchas vidas.

La primera dentición o dientes temporales (mal llamados dientes de leche): Aparece en la boca aproximadamente entre los 8 y los 12 meses de edad y termina de erupcionar a los 2 años aproximadamente. A esta edad los niños tienen 20 dientes temporales que además de cumplir con las funciones antes descritas sirven como guía a los dientes permanentes para que estos salgan en el espacio y posición correctos, por lo que es muy importante mantenerlos sanos.



La segunda dentición o dientes permanentes: Es la que reemplaza a los dientes temporales y ocurre entre los 7 y 12 años de edad. Aproximadamente a los 6 años, por detrás de los molares temporales, tanto de arriba como de abajo, salen los primeros molares permanentes o “molares de los 6 años”, son cuatro y no reemplazan a ningún diente temporal; es por eso que se deben cuidar para conservarlos toda la vida.

La higiene bucal es la clave para la prevención y mantenimiento de la salud de dientes, encía y lengua; por lo que la eliminación de placa bacteriana en estas partes de la boca es el principal objetivo de las diversas técnicas existentes, hilo dental, detección de placa y cepillado. La higiene bucal se inicia desde el nacimiento:


1) Cuando el niño(a) no tenga dientes, la mamá o responsable del niño(a) debe limpiar suavemente la encía con una tela o gasa húmeda una vez al día, preferentemente durante el baño.

2) Desde que aparece el primer diente del niño(a), la mamá o responsable del niño(a) debe limpiar límpielo suavemente con una gasa o tela húmeda o con un cepillo dental suave.

3) En los niños de 1 a 3 años (solo y con la ayuda y supervisión de un adulto) el aseo bucal se debe realizar después de cada alimento con cepillo pequeño de cerdas suaves y humedecido. Esta actividad se puede realizar con o sin pasta dental, en caso de usar pasta dental fluorurada, se hará en cantidad mínima (cantidad similar al tamaño de un chícharo), y bajo la supervisión de un adulto para evitar la ingesta de flúor que contiene el dentífrico.

4) A partir de los 4 años (solo y con la ayuda y supervisión de un adulto) el cepillado dental se debe realizar diariamente después de cada comida; el cepillo dental debe tener cabeza pequeña y cerdas de nylon delgadas con puntas redondeadas. La cabeza pequeña permite llegar más fácilmente a todas las zonas de la boca. Se debe cambiar el cepillo cuando las cerdas se doblen o se gasten ya que en esas condiciones no limpia en forma adecuada y puede dañar la encía.


Bibliografía:
Manual: Contenidos Educativos en Salud Bucal, Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades. Preprensa Digital, 2009, DF, México. Centro. Link al PDF

Limpieza en fosas nasales en niños


El aseo de las fosas nasales es una actividad que generalmente no es agradable para el niño(a), le resulta molesta porque de momento, se obstruye el paso de aire hacia la nariz, este último punto hace que el niño(a) termine respirando por la boca. 
Es por ello que protesta enérgicamente y se “defiende” para que no lo limpien. Para tener éxito, se debe llevar a cabo con suavidad, rápido y con el material adecuado, en condiciones óptimas de higiene y utilizando un tono de voz suave. Siempre se le debe explicar al niño(a) la actividad que vamos a realizar con él.

El mantener descongestionadas las fosas nasales del niño(a), evitará que desarrollen infecciones en vías respiratorias, además de hacerlo sentir limpio y tranquilo.


De 43 días a 18 meses de edad:
  1. Verifica que tengas el material.
  2. Platica con el niño(a) sobre la actividad que vas a realizar y lo bien que se va a sentir al terminarla.
  3. En todo momento mírale a los ojos y háblale por su nombre, no utilices apodos, motes o sobrenombres.
  4. Sienta al niño(a) en tus piernas y coloca uno de tus brazos como apoyo en la espalda del niño(a).
  5. Inclina ligeramente la cabeza del pequeño hacia atrás.
  6. Toma con la mano libre un pedazo de papel higiénico y colócalo en la nariz del niño(a).
  7. Presiona ligeramente con los dedos índice y pulgar la parte superior de la nariz y con la misma intensidad desliza tu mano en dirección a los orificios nasales y limpia la mucosidad.
  8. Deposita el papel higiénico utilizado en el cesto de basura. 


De 19 meses de edad en adelante:
  1. Verifica que tengas el material completo. 
  2. Explícale al niño(a) sobre la importancia de esta actividad y sus beneficios. 
  3. En todo momento mírale a los ojos y háblale por su nombre, no utilices apodos, motes o sobrenombres. 
  4. Solicita al niño(a), que incline ligeramente la cabeza hacia atrás. 
  5. Coloca una de tus manos en la nuca del pequeño con el fin de auxiliarlo para que mantenga la cabeza en la posición correcta y con la otra mano toma el papel higiénico. 
  6. Presiona ligeramente con un dedo, uno de los costados de la nariz del niño(a), para que al mismo tiempo que éste expulsa aire, salga la mucosidad del orificio nasal que quedó libre. 
  7. Retira con papel higiénico la mucosidad. 
  8. Repite la operación para limpiar el otro conducto de la nariz.
  9. Enseña al niño(a) mayor de dos años y medio la misma técnica para la limpieza de fosas nasales y vigílalo para que l o realice por sí mismo, apoya al niño(a) que aún lo requiera. Solicítale que deposite el papel higiénico utilizado en el cesto de la basura. 
En caso de que el niño tenga secreciones y mucha mucosidad podemos hacer uso de suero fisiológico tal cómo se indica en este vídeo:



Bibliografía:
Procedimiento para la operación del servicio de pedagogía en guarderías de prestación indirecta, IMSS: Link al PDF (página 129 )

Lavado de cara en niñ@s

La piel de la cara es muy delicada, más que la de la mayoría del cuerpo, en los niños y bebés esto se amplifica. El lavado de cara es muy importante en los niños,

Esta actividad permite mantener libre de irritaciones y de microorganismos la cara de los niños(as) e involucra acciones de enseñanza (autocuidado limpieza, bienestar y cuidado del agua, entre otros).

Es recomendable que la Asistente educativa platique con el niño(a) con agrado y calidez acerca de lo que va hacer, cómo y el por qué se va efectuar, para que él realice esta actividad y disfrute sentirse limpio.

Para el correcto lavado de cara necesitamos los siguientes materiales: Agua, toallitas húmedas y una silla porta bebé (esto solo en los niños menores de 6 meses)


Para niños de 43 días a 6 meses:
  1. Verifica que tengas el material completo.
  2. En todo momento mírale a los ojos y háblale por su nombre, no utilices apodos, motes o sobrenombres.
  3. Acomoda al niño(a) para limpiarle la cara, cárgalo y siéntalo en la silla porta bebé sujetándolo perfectamente con el cinturón de seguridad pasándolo entre sus piernas.
  4. Humedece una toalla desechable con agua tibia o utiliza toalla húmeda sin alcohol.
  5. Realiza la limpieza con movimientos suaves, desde el centro de l a cara hacia los lados.
  6. Deposita la toalla desechable o húmeda utilizada en el cesto de basura.
  7. Verifica que no quede húmeda l a cara del niño(a), si es así, utiliza otra toalla y sécalo con delicadeza, ten cuidado de no lastimar su cara.

De 7 a 12 meses de edad
  1. Verifica que tengas el material completo. 
  2. En todo momento mírale a los ojos y háblale por su nombre, no utilices apodos, motes o sobrenombres. 
  3. Traslada al pequeño al baño de artesa o lavamanos. 
  4. Cárgalo y sostenlo con uno de tus brazos por el abdomen para que el cuerpo del niño(a) se apoye en una de tus piernas colocada. 
  5. Realiza el lavado de cara indicándole que cierre los ojos; mójate la mano disponible y frota suavemente su cara, realizando movimientos de adentro hacia fuera.
  6. Cierra la llave del agua, toma una toalla desechable y seca la cara del niño(a) con delicadeza (evita lastimar su cara). 
  7. Deposita la toalla desechable utilizada en el cesto de basura
Podemos usar el mismo procedimiento desde los 12 en adelante, sólo que a partir de los 13 meses debemos de colocar al niño en una banqueta de altura y cuando veamos que el niño está listo (de 18 meses en adelante aproximadamente) inclinarlo sin la banqueta. A partir de los 25 meses el niño podrá hacerlo sólo, pero no debemos dejar de supervisarlo.
Bibliografía:
Procedimiento para la operación del servicio de pedagogía en guarderías de prestación indirecta, IMSS: Link al PDF (páginas 127 y 128)

Lavado correcto de manos

En la primera mitad del siglo XIX, el médico Ignaz Philipp Semmelweis introdujo el lavado de manos para los médicos antes y después de atender a los pacientes en la primera clínica ginecológica de Viena, luego de dar cuenta de la existencia de una “materia cadavérica” que era transportada por las manos de médicos y estudiantes de los cadáveres a las madres que atendían en trabajo de parto.(1)

Las manos son el vehículo más común para transmitir infecciones; por lo que es imprescindible que los niños y adultos entiendan la importancia de lavarse las manos.

En nuestro quehacer y en nuestra vida diaria nuestras manos son el principal medio y vehículo de los gérmenes y bacterias, pues tocamos casi todo lo que nos rodea. Lavarnos las manos previene enfermedades gastrointestinales, evita infecciones en la piel y ayuda a que los germenes, virus y bacterias no sean transportados de un lugar a otro. 

Por ello debemos de lavarnos las manos por lo menos en estás ocasiones:
  • Antes de comer
  • Después de ir al baño
  • Antes de manipular alimentos o comida
  • Después de cambiar los pañales a un bebé.
  • Después de tocar tierra o animales y tras recoger las heces de éstos
  • Antes de ponernos lentes de contacto
  • Después de estornudar y/o toser
A continuación, se muestra la técnica correcta para el lavado de manos y más adelante, la técnica de desinfección de manos, esto para matar por completo a las bacterias. Es importante aclarar que no hay mejor método de desinfección que lavarse las manos con un jabón neutro, pero en caso de no contar con uno, podemos usar la técnica de desinfección de manos.


Bibliografía y fuentes: 
  • Marcelo Miranda C. y Luz Navarrete T., “Semmelweis y su aporte científico a la medicina: Un lavado de manos salva vidas”, Rev Chil Infect 2008; 25 (1): 54-57 (1)
  • http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/infografias/lavado-manos