jueves, 27 de octubre de 2016

Lavado correcto de manos

En la primera mitad del siglo XIX, el médico Ignaz Philipp Semmelweis introdujo el lavado de manos para los médicos antes y después de atender a los pacientes en la primera clínica ginecológica de Viena, luego de dar cuenta de la existencia de una “materia cadavérica” que era transportada por las manos de médicos y estudiantes de los cadáveres a las madres que atendían en trabajo de parto.(1)

Las manos son el vehículo más común para transmitir infecciones; por lo que es imprescindible que los niños y adultos entiendan la importancia de lavarse las manos.

En nuestro quehacer y en nuestra vida diaria nuestras manos son el principal medio y vehículo de los gérmenes y bacterias, pues tocamos casi todo lo que nos rodea. Lavarnos las manos previene enfermedades gastrointestinales, evita infecciones en la piel y ayuda a que los germenes, virus y bacterias no sean transportados de un lugar a otro. 

Por ello debemos de lavarnos las manos por lo menos en estás ocasiones:
  • Antes de comer
  • Después de ir al baño
  • Antes de manipular alimentos o comida
  • Después de cambiar los pañales a un bebé.
  • Después de tocar tierra o animales y tras recoger las heces de éstos
  • Antes de ponernos lentes de contacto
  • Después de estornudar y/o toser
A continuación, se muestra la técnica correcta para el lavado de manos y más adelante, la técnica de desinfección de manos, esto para matar por completo a las bacterias. Es importante aclarar que no hay mejor método de desinfección que lavarse las manos con un jabón neutro, pero en caso de no contar con uno, podemos usar la técnica de desinfección de manos.


Bibliografía y fuentes: 
  • Marcelo Miranda C. y Luz Navarrete T., “Semmelweis y su aporte científico a la medicina: Un lavado de manos salva vidas”, Rev Chil Infect 2008; 25 (1): 54-57 (1)
  • http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/infografias/lavado-manos


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