Existe la creencia que no es tan importante cuidar
a los dientes temporales ya que seran sustituidos
por los dientes permanentes, sin embargo, este es un mito que ha arruinado muchas vidas.
La primera dentición o dientes temporales (mal
llamados dientes de leche): Aparece en la boca
aproximadamente entre los 8 y los 12 meses de
edad y termina de erupcionar a los 2 años aproximadamente.
A esta edad los niños tienen 20 dientes
temporales que además de cumplir con las funciones
antes descritas sirven como guía a los dientes
permanentes para que estos salgan en el espacio y
posición correctos, por lo que es muy importante
mantenerlos sanos.
La segunda dentición o dientes permanentes: Es
la que reemplaza a los dientes temporales y ocurre
entre los 7 y 12 años de edad. Aproximadamente
a los 6 años, por detrás de los molares temporales,
tanto de arriba como de abajo, salen los primeros
molares permanentes o “molares de los 6 años”,
son cuatro y no reemplazan a ningún diente temporal;
es por eso que se deben cuidar para conservarlos
toda la vida.
La higiene bucal es la clave para la prevención y mantenimiento
de la salud de dientes, encía y lengua; por lo
que la eliminación de placa bacteriana en estas partes
de la boca es el principal objetivo de las diversas técnicas
existentes, hilo dental, detección de placa y cepillado.
La higiene bucal se inicia desde el nacimiento:
1) Cuando el niño(a) no tenga dientes, la mamá o
responsable del niño(a) debe limpiar suavemente
la encía con una tela o gasa húmeda una vez al día,
preferentemente durante el baño.
2) Desde que aparece el primer diente del niño(a), la
mamá o responsable del niño(a) debe limpiar límpielo
suavemente con una gasa o tela húmeda o
con un cepillo dental suave.
3) En los niños de 1 a 3 años (solo y con la ayuda y
supervisión de un adulto) el aseo bucal se debe realizar
después de cada alimento con cepillo pequeño
de cerdas suaves y humedecido. Esta actividad se
puede realizar con o sin pasta dental, en caso de
usar pasta dental fluorurada, se hará en cantidad
mínima (cantidad similar al tamaño de un chícharo),
y bajo la supervisión de un adulto para evitar
la ingesta de flúor que contiene el dentífrico.
4) A partir de los 4 años (solo y con la ayuda y supervisión
de un adulto) el cepillado dental se debe realizar
diariamente después de cada comida; el cepillo dental
debe tener cabeza pequeña y cerdas de nylon delgadas
con puntas redondeadas. La cabeza pequeña
permite llegar más fácilmente a todas las zonas de la
boca. Se debe cambiar el cepillo cuando las cerdas
se doblen o se gasten ya que en esas condiciones no
limpia en forma adecuada y puede dañar la encía.
Bibliografía:
Manual: Contenidos Educativos en Salud Bucal, Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades. Preprensa Digital, 2009, DF, México. Centro. Link al PDF
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